LAS PROPIEDADES MÁGICAS DE LA CANELA. Procedente de Indonesia, aunque exportado a Sri Lanka en el siglo XVIII por los holandeses, este exótico árbol de hoja perenne ha sido apreciado como incienso desde la antigüedad. El fuego mágico que producía las cenizas de las que renacía el mítico ave Fénix estaba compuesto por canela, mirra y nardo. Existe un tratado del emperador chino Shen Nung del año 2.700 a.c. en el que ya hace mención a dicha especia. Los egipcios la utilizaban en sus ungüentos de embalsamamiento y para combatir las epidemias, y sale en varios jeroglíficos encontrados en diversas Pirámides. La Biblia hace mención de ella en varios escritos ( el Éxodo y Proverbios). Una de las menciones es en la lista de cosas que Moisés debía coger de Egipto, junto con la mirra, el aceite de oliva y la espadaña (hierba con unas hojas similares a espadas). Los antiguos hebreos utilizaban aceite de canela como ingrediente de una mezcla en un preparado sagrado para ungir. Y los romanos usaban las hojas del árbol de la canela para trenzar coronas que decoraban los templos. Es una excelente aliada en casos de agotamiento mental, depresión y sensación de debilidad. La canela nos aporta la fuerza y la voluntad para llevar a cabo nuestros propósitos, nos ayuda a desbloquear emociones y sentimientos, facilitando su expresión, y nos ayuda a retomar nuestros compromisos, ya sea con nosotros mismos como con los demás. Puesto que esta especia nos ayuda a recuperar la alegría de vivir, es muy útil para aquellas personas que han perdido el interés por todo, las que se anclan en el pasado dejándose invadir por la tristeza, y las que viven en un mundo propio de fantasía. En rituales mágicos se quema como un incienso para estimular los poderes psíquicos, ya que origina grandes vibraciones espirituales, y en rituales para aumentar la economía y la prosperidad. También se utiliza en rituales de amor.